Viajar con propósito

¿Por qué viajamos? Para salir de la rutina, para conocer lugares nuevos, para empaparnos de culturas diferentes. Los viajes nos cambian, nos enseñan a ver el mundo con otro cristal y son una hermosa herramienta para aprender de nosotros mismos. Hay mil motivos como mil tipos de viajeros.

Los viajes con propósito son el motor para muchos trotamundos como Fernanda. Realizar un voluntariado durante un viaje nos ayuda a conocer con más profundidad un país e impactar positivamente en las comunidades que visitamos.

Es así que esta uruguaya emprendió un viaje durante varios meses haciendo voluntariado en África con el objetivo de tender una mano a quien más lo necesitara. Vivió de primera mano injusticias, dolores y alegrías en un continente que muchas veces es olvidado y hoy lo comparte con nosotros.

Fernanda Iglesias
«Esta soy simplemente yo. Así luzco cada vez que cambio de lugar.»

1-¿Cómo comenzó esta aventura de viajar haciendo voluntariado?¿Cuándo y dónde fue tu primera experiencia?  

Comenzó hace años cuando empecé a soñarla pero tardé un poco concretarla. Mi idea en un principio era ayudar desde lo profesional (estudié química farmacéutica) pero no conseguí ninguna organización a la cual serle útil, así que el plan cambió a ahorrar dinero y costearme el viaje yo misma y hacer lo que surgiera y se precisara. El primer destino fue Livingston, Zambia. Una escuela gratuita llevada adelante por una familia, donde la única maestra para unos 30 niños de 2 a 12 años es Sillar (la mujer de la casa), así que los voluntarios la ayudamos. Las primeras impresiones son importantes sobre todo cuando estás sola y tu boleto de regreso a casa es en seis meses y medio. Yo tuve mucha suerte porque tuve una muy buena experiencia en este lugar. 

2-¿Qué países has visitado y cuál fue el que más te sorprendió? ¿Por qué ? 

Estuve en Sudáfrica, Zambia, Zimbabwe, Malawi, Tanzania, Kenia y Uganda. Aunque algunos solo por unos días. Me sorprendió lo segura que me sentí viajando sola. La gente es muy amable en todos lados. Y bueno, después me sorprendí para mal también, pero es parte de asumir la realidad aunque duela. 

3-¿Te ha tocado vivir alguna situación complicada o que no te gustara desarrollando este tipo de viajes con voluntariado?

Si, uno ingenuamente cree que todo el entorno a un voluntariado va a ser bienintencionado y he entendido que eso no siempre sucede. Si bien tuve las mejores experiencias, me consta que otros voluntarios no, en otras oportunidades he tenido que tomar partido en partes enfrentadas (cada uno con sus intereses) y otras simplemente confiar porque al final uno se va y son ellos que quedan todos los días del año. Pero incluso esto lo tomo como un aprendizaje, de confiar en mi instinto, en mi misma. 

4-Contanos una anécdota viajera.

 Son los niños los que al final me sacan las carcajadas más fuertes gracias a su ingenuidad. 

La familia con la que viví en Zambia era una pareja joven con dos hijos. Una nena de 9 y un varón de 4. La última cena antes de irme quise hacer algo especial, así que compre pizzas y refresco. Para nosotros puede ser una rutina de casi todos los fines de semana pero para ellos era realmente un suceso así que asumí que ellos entenderían que algo se estaba celebrando. Mientras comíamos le pregunte al más chico si sabía por que cenábamos pizza. El muy convencido me contestó que si, como yo algo había comentado y el es muy inteligente pensé que se acordaría que me estaba por ir. A lo que agrega, porque es deliciosa. No pude hacer más que darle la razón.

En otra oportunidad en el orfanato de Arusha estaba dándoles una clase, tratando de enseñarle las partes del cuerpo. Así que para empezar les dije que dibujen una persona lo más completa posible. Cuando todos habían terminado pasé uno por uno a corroborar lo que habían hecho. Me reconocí en un dibujo porque le había hecho caderas enormes. Claro que ella me confirmó orgullosa que era yo. No sabía si comérmela a besos a matarla. 

5-¿Cómo conociste a la blogger de viajes Lina de Patoneando?

Lina fue de esas casualidades hermosas de la vida. Coincidimos en el alojamiento en Arusha, Tanzania. Yo no la conocía la verdad, pero ahora tengo una amiga insistiéndome para que vaya a Europa.

6-¿Qué consejo le darías a una persona que quiera viajar haciendo voluntariado y no se anima? 

Que no es tan difícil como parece y eso que yo me vine sin tener ningún tipo de referencia, rogándoles información a agencias de viaje o a desconocidos que habían venido a algún país puntual (pero nunca es lo mismo). No tienen que dejarlo todo para venirse como hice yo, pueden juntar toda la licencia o pedir un poco extra en el trabajo, y sin duda que esperar el momento indicado (a mi me tomó años), pero que no dejen de hacerlo si les inquieta una experiencia parecida. Y sobretodo que me tienen a mi que voy a estar feliz de ayudarles con todas las dudas que tengan. Que es una promesa que apenas llegue voy a organizar una mateada con todos y cada uno, que de mientras me pueden preguntar lo que quieran que no me cansan sus preguntas. 

7-¿Qué personas (pueden ser o no viajeros) te inspiran? 

 No lo había pensado sinceramente, creo que todo el que viaja me inspira, cada viaje que hago me inspira a seguir viajando. Pero este viaje puntualmente no se de donde surge sinceramente, creo que eran unas ganas que venían de adentro.

Ahora que estoy más entendida de Instagram he encontrado bloggers que han hecho y siguen haciendo rutas y proyectos increíbles, que siento entre admiración y envidia, jaja. @Patoneando es una de ellos sin duda, además que escribió un libro que es sin duda mi mayor sueño. Igual por el tipo de viajero me siento más identificada con @aparicioemilio que parece que le seguí los pasos sin darme cuenta.

8-¿Una reflexión final?

 Aún no he llegado al final de mi viaje pero desde el día que tomé el primer vuelo que me traería a este continente me sentí que estaba saldando una deuda conmigo misma. No hubiese podido continuar con mi rutina sin esta pausa, no imaginaba un futuro sin arrepentimiento si no me lanzaba (por más loco que al principio parecía todo) a esta aventura. Así que puede sonar cliché pero estoy convencida que sobretodo nos lamentamos de lo que no hacemos, y yo estoy acá; y cuando uno está en paz con uno mismo, el mundo es un mejor lugar. 

Fer Iglesias
«Este fue el día que partí (falta mi hermana que viven en Tacuarembó). El colgante que tengo puesto me lo regaló para mi cumpleaños un amigo de mi padre que tiene 90 años, lo hizo él y tiene las iniciales de mi nombre. Me acompañó los primeros meses de viaje, los que me conocieron seguro lo recuerdan porque llama mucho la atención.»
Y así termina esta historia…al menos por ahora. La podés seguir en su instagram @iglesiasfer .

Gracias por leerme! Hasta el próximo post 😊 .

3 opiniones en “Viajar con propósito”

  1. Grande Fer !! Qué hermoso cumplir ese sueño, una experiencia que jamás borraras de tus pupilas !!
    Beso y a seguir regalando ese amor incondicional…dejaras hueya por donde transites !!!

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