Mate querido y compañero

Durante el Mundial de Fútbol de 2018, el mundo entero fue testigo de la presencia de esta infusión tradicional rioplatense de la mano de delantero francés Antoine Griezmann. Su primer acercamiento al mate ocurrió cuando conoció a los futbolistas uruguayos Carlos Bueno, Cristian Rodríguez y Diego Godín, quienes, como buenos representantes de la cultura uruguaya, llevaban el mate a todos lados.

Desde entonces, el francés incorporó el mate a su rutina diaria, convirtiéndose en un verdadero embajador de la tradición. Incluso ha difundido su conocimiento a jugadores de diferentes países.

El mate también llegó a Hollywood de la mano de Viggo Mortensen, uno de los protagonistas de la saga El Señor de los Anillos. Aunque nació en Estados Unidos, Viggo vivió varios años de su infancia en Argentina. Y pese a haber residido en distintas partes del mundo, el hábito de tomarse unos mates sigue siendo parte de su vida cotidiana.

Mate Crucero

No es casualidad que muchos de los que se topan con esta bebida tradicional terminen amándola. Además de sus múltiples beneficios nutritivos, promueve la comunicación y la reunión, ya que generalmente se comparte en ronda con amigos o familia.

Se estima que el 85 % de los uruguayos toma mate. Pese a tener una población pequeña, Uruguay se consagró como el mayor consumidor per cápita de yerba. Son consumidos 8 kilos de yerba por año y por persona en Uruguay. 

Pero…¿Qué es el mate?

El mate es una bebida tradicional compartida por varios países de Sudamérica, entre ellos Paraguay, Argentina, Uruguay y la región de Río Grande do Sul, en Brasil. Se trata de una infusión elaborada a base de yerba mate, una planta con propiedades estimulantes y nutritivas.

La preparación consiste en colocar la yerba en un recipiente (también denominado «mate»), conservar el agua caliente en un termo, y luego cebar el mate, es decir, verter el agua sobre la yerba. Finalmente, se bebe a través de una bombilla, una especie de sorbete metálico que filtra la infusión.

Mate
Mate, bombilla y termo.

Un poquito de historia : Origen del consumo de mate.

El consumo de mate se remonta a épocas precolombinas, cuando los guaraníes lo utilizaban no solo como infusión, sino también como objeto de culto y hasta moneda de trueque. Se lo consumía como una pócima natural por sus beneficios para la salud. Los guaraníes trataban las ramas y hojas de la yerba mate con fuego —también considerado sagrado—, luego de ese proceso las trituraban para preparar la infusión.

En la sociedad guaraní existía el principio de la reciprocidad de dones: dar, recibir y devolver. El mate no fue la excepción. Por eso, este bien tan preciado debía compartirse, y ese ritual del mate ha perdurado, prácticamente inalterable, a lo largo del tiempo.

Debido a que los guaraníes le atribuían al mate propiedades curativas y un origen divino, en 1616 Hernando Arias de Saavedra, más conocido como Hernandarias, decidió prohibir su consumo. En esa época, tomar mate era considerada una «sugestión clara del demonio». Sin embargo, la prohibición no duró mucho: el mate fue legalizado nuevamente y, paradójicamente, fueron los propios jesuitas —quienes antes habían criticado su consumo— los que desarrollaron casi un monopolio de producción.

Nada ni nadie pudo borrar el legado que nos dejaron nuestros ancestros y nada ni nadie pudo cortar la comunión que existe entre el mate y sus adeptos.

Para un uruguayo el mate es su compañero de ruta. Ese que está presente en soledad o compañía, en la universidad, en la oficina, el que te acompaña en los viajes, en las caminatas, en la playa o cualquier actividad. Un Uruguayo lo vas a distinguir a la legua, siempre llevando el termo bajo el brazo.

mate uruguayo

¿Cómo se prepara?

1- Calentá el agua a 80/90 °C. No dejes que rompa hervor, ya que la yerba se «quema». Colocá el agua dentro del termo para que se mantenga caliente.

2-Llená 3/4 partes del mate con yerba. Inclinalo hacia un lado, pone tu mano encima, agitalo un poco así se genera una pequeña montaña y un valle de yerba.

3-En el valle o hueco que quedó se coloca agua tibia. Se deja reposar un ratito para que la yerba se «hinche».

4- Colocá la bombilla en el hueco húmedo.

5- Empezá a cebar el mate.

6- A disfrutar!

Variantes del mate

Habitualmente, el mate se consume amargo, especialmente en Uruguay, aunque es bastante común —sobre todo en Argentina— tomarlo dulce. En ese caso, se puede agregar azúcar o endulzante directamente en la yerba (en el huequito cada vez que se ceba) o incluso en el agua del termo.

Recuerdo que a los 12 años, cuando empecé a tomar mate, me resultaba un poco amargo. Mi madre, muy astuta, le ponía azúcar para que me fuera acostumbrando al sabor. Así comencé… y nunca más frené. Con el tiempo, me pasé al mate amargo.

También existe el llamado mate de leche, que, como su nombre lo indica, se prepara cebando con leche en lugar de agua. Es una variante que suele ofrecerse a los niños.

Y por último, no podemos dejar de mencionar el tereré, una variante fría del mate muy popular en Paraguay y el norte argentino. Se prepara con yerba mate, yuyos, jugo de cítricos como pomelo, naranja o limón, y se sirve con agua bien fría y cubitos de hielo, perfecta para los días calurosos.

Sin dudas, el mate y su halo son sumamente interesante. Podría seguir contándoles muchas más historias, mitos y costumbres de este patrimonio cultural. Pero sobre todo podría seguir hablándoles de su parte simbólica, en torno a la unión, la comunicación, el encuentro y la amistad. Para terminar me pareció simpático mostrarles un video de la cuenta @stripcities, donde participé como invitada mostrándole a estos dos belgas de que se trata esta famosa infusión. Una pequeña muestra de cómo el mate puede generar puentes entre culturas.

Gracias por leerme! hasta el próximo post.

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